viernes, 8 de mayo de 2009

Culpable

Primer fin de semana de calor del año, las playas están hasta la bandera. Una hora para llegar, media para aparcar, dos tostándonos al sol y sudando como pollos...lo que la mayoría de mortales llamaría vacaciones. Espero para marcharnos, tenemos cita incancelable con 22 tíos corriendo detrás de una esfera. Mientras espero, dos jovencitas hablan de su cita de esa noche. Están eufóricas, hablan de peinados, bronceado, vestido...que nos vean bien arregladas dicen.
Irremediablemente me hace recordar el verano de mis 16, primera cita seria. Toda la tarde con Brian Adams de fondo y decenas de pruebas delante del espejo. Casi me doblas la edad, pero eso aún lo hace más emocionante... que ingenua. Hora de salir, preparada para el estrellato o más bien para estrellarme. Me recoges y me llevas directamente al matadero, sin escapatoria, me conduces a un maravilloso polígono industrial solitario, oscuro, desértico, paras el coche, apagas las luces y sin más te tiras encima con los pantalones por la rodilla. Como si acabara de sufrir un impacto frontal a alta velocidad, mis ilusiones, mis sentimientos se desintegran hasta convertirse en cenizas. Sin caricias, sin palabras bonitas, sin importarte que estuviera asustada o que no lo deseara, sin nada más que un cerdo empalmado buscando desahogo.
Hoy después de tantos años aún sales a pasear por mi memoria como un viejo fantasma, es por eso que te declaro culpable, CULPABLE por arrebatarme la inocencia.
Miro a esas chicas y pienso...que tengáis suerte queridas!!

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