Ojos que ocultan, manos que sudan, explicaciones dudosas, evidencias que ofenden mi inteligencia. He sido atravesada, impactada por un obús que ha hecho diana en el centro de mi esternón. Ha sido una perforación invisible, limpia, que empezó con una punzada y se expandió dejándome esa sensación de vacío, de falta de materia, de falta de vida.
Mentiras a medias que nunca podrán ser verdades a medias.
No estoy libre de culpa pero ahora solo deseo que hoy acabe pronto.
martes, 28 de julio de 2009
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El tiempo irá curando esa herida aunque siempre deja una pequeña cicatriz. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminaracabara.
ResponderEliminartodo ira a si sitio
saludos.
pero la vida ensi esta llena de cosas buenas i malas.. qe felices seriamos si aprendieramos a disfrutar de las qe hoy nos hacen llorar.
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